Durante el trayecto se descubre los singulares contrastes de la naturaleza de la Hoya de Huesca: desde las amables llanuras cerealistas de Huesca hasta el agreste corazón de las Sierras Prepirenaicas.
La huerta del Gállego se extiende verde y generosa a ambos lados de la vía. Al fondo el paisaje blanco de yeso y alabastro, típico del valle del Ebro. Seguimos por tierra de regadíos fruto del canal de Monegros cuyo acueducto salta sobre nosotros. El paisaje permite ver multitud de aves que se aprovechan de los humedales que han creado el moderno cultivo de arroz.
El verde oscuro de las carrascas anuncia el Prepirineo dominado por la punta del Gratal. La vista no tiene nada que envidiar a la Toscana italiana. Ayerbe es la entrada al Reino de los Mallos. Es un paisaje que no deja de sorprender, a un lado de la ventanilla se contempla el Paredón de los Buitres, el Pisón, el Puro, el Firé. Por el otro lado se observa las aguas bravas del Gállego. Visto desde esta altura, el río es mucho más hermoso que desde la carretera que serpentea por su orilla derecha.
La cresta de los Capitiellos, como dorso de dragón dormido, nos acompaña a lo largo de la depresión que presiden, al sur, la Peña Oroel y al norte Collarada. El tren se pasea más lentamente si cabe por el bosque que desciende por las laderas del Grosín hasta el puente metálico que salva el barranco de la Garcipollera.
La belleza del escenario es impresionante, Canfranc viejo con su puente medieval, arriba el pico de Aspe. La torre de fusilería, convertida en museo nos avisa que llegamos al final del viaje: un último túnel y la hermosa y decrépita estación de Canfranc “más grande que el Titanic”.
“El tren turístico Canfranero regresa en primavera”(pdf)
Revista "Vía Libre" (abril 2014)
Fotos, Marc Lurigados
Artículo, Víctor Luri
"Nuevo dueño para Canfranc" (pdf)
Revista Trenonline
Autor Victor Luri
"La línea de Canfranc: Un recorrido del siglo XIX al siglo XXI" (pdf)
Revista Trenonline
Autor Victor Luri
GRAFISMO DINÁMICO